martes, 29 de diciembre de 2015

Cinnamon, un gran entorno de escritorio poco reconocido

Seguro que la gran mayoría de nuestros lectores ha oído hablar de Cinnamon, ese entorno de escritorio de Linux Mint. Para quien no lo conozca se trata de un fork de GNOME Shell (GNOME 3) que busca conseguir un entorno más tradicional, muy orientado a la simpleza y facilidad de uso. La primera versión salió en 2011 y desde entonces su desarrollo no ha parado y va mejorando con cada actualización. A pesar de ser menos conocido que GNOME o KDE es a día de hoy una sólida alternativa a estos. Voy a enseñaros un poco en que me baso para soltar esta afirmación.




El entorno de escritorio está compuesto (como se puede ver en la imagen superior) únicamente de una barra inferior donde aparece el menú de aplicaciones, la lista de ventanas, e indicadores de red, de actualizaciones. de hora, etc.. En definitiva una disposición muy clásica y nada rompedora que seguramente os sonará mucho. Que no sea rompedora no le quita merito, porque, si algo funciona, ¿para que cambiarlo?

El menú de aplicaciones, algo tan elemental e importante se ve tal que así:


Es un popurrí donde se juntan aplicaciones con sus categorías, lugares del sistema y archivos recientes, opciones de apagado, reiniciado, etc.. acceso rápido a aplicaciones importantes (Navegador, Centro de software, Configuración, Terminal y Gestor de archivos) y por último, pero no menos importante el buscador.

El buscador funciona parecido a del otros entornos, véase por ejemplo el de KDE, abres el menú (que por cierto se abre con la tecla Super o Windows por defecto) comienzas a teclear y enseguida aparece el programa que estés buscando.

Applets

No voy a profundizar mucho en este apartado, los applets que trae Cinnamon son sencillos y cumplen su función. Además son compatibles con diversos programas diferentes, por ejemplo el de sonido funciona bien con aplicaciones externas como Spotify.




Aplicaciones por defecto

Este es uno de los puntos fuertes de Cinnamon, aunque más concretamente de Linux Mint, trae varias aplicaciones instaladas por defecto que no suelen estar, como VLC, Gimp o Steam. A la hora de descargar Linux Mint nos ofrecerá la opción de bajar la versión con o sin codecs, al elegir la de con codecs nos traerá todas estas aplicaciones y muchas más cosas instaladas por defecto (codecs de sonido y video, Flash instalado...).

*Nota - En las diversas imágenes del articulo se muestran aplicaciones que he instalado yo manualmente y que no vienen con Linux Mint, por ejemplo 0 A.D. o Spotify.



A la hora de hablar de las aplicaciones de Cinnamon propiamente dichas algunas son forks de aplicaciones de GNOME, pero a las que le añaden opciones o se recuperan cosas que le quitaron los desarrolladores de GNOME, como el caso del gestor de archivos, que es Nemo, el cual está basado en Nautilus. También viene con Transmission, gedit para la edición de texto (a parte de LibreOffice) y Brasero para quemar cds y dvds, entre otras.


Personalización

Es quizás uno de los puntos que más llama la atención. Realmente es un entorno muy personalizable, casi tanto como KDE. Es posible cambiar la colocación de los paneles a nuestro antojo, cambiar fácilmente el tema visual del entorno, y muchas más opciones que nos permiten ajustar Cinnamon a nuestro gusto y necesidades.

Por ejemplo tenemos una ventana de  temas donde podemos configurar los bordes de las ventanas, los iconos.. Además nos da la opción de buscar temas y paquetes en internet en el repositorio de Cinnamon e instalarlos fácilmente (algo muy similar a lo que encontramos en KDE).



Y retomando el tema de antes, el de los applets, también podemos configurarlos fácilmente con una gran cantidad de opciones y applets diferentes para incluir en nuestro escritorio.






También podemos configurar las diferentes tipografías que veremos en nuestro entorno. Por ejemplo el tipo de letra del titulo de las ventanas, de los documentos o el tipo de letra predeterminado, además de, por supuesto, su tamaño.



También nos permite configurar las "esquinas activas" de nuestro escritorio. Y esto que es, os preguntareis, los de GNOME ya sabréis por donde van los tiros, Pues se trata de arrastrar el ratón hacia una esquina de la pantalla y que pase algo, que las ventanas se minimicen y se muestre el escritorio, que se muestren gráficamente los diferentes escritorios, entre otras opciones. Todo muy fácilmente configurable, o directamente se pueden desactivar (vienen desactivadas por defecto).




Conclusión

Estamos ante un entorno de escritorio muy trabajado, que goza de una gran estabilidad y donde apenas hay errores o bugs, algo que se agradece, sobre todo para los usuarios que necesitan el PC para cosas importantes, como para el trabajo. Tienes muchas opciones de personalización, suficientes para la gran mayoría de usuarios, además está basado en Ubuntu (es Linux Mint) y eso también ayuda a que los repositorios tengan mucho software y que esté actualizado y comprobado.

Quizás fallé un poco en el apartado estético, es su talón de Aquiles. Tanto los bordes de las ventanas como el aspecto general de Cinnamon huelen a añejo de lejos, y a los usuarios más noveles quizás les eche un poco para atrás. Por el otro lado los usuarios más veteranos, o aquellos que no se quieren meter en aventuras encontrarán en Cinnamon una gran alternativa con software al día y un manejo sin margen de equivocación.

Dicho esto quiero resaltar la importancia de Cinnamon como opción real ante los grandes entornos de escritorio. Cinnamon está en un nivel muy avanzado y no tiene nada que envidiar a los demás. Siempre hay margen para mejora, pero Cinnamon es a día de hoy un gran entorno de escritorio y creo que todo el mundo, por poco que se interese en probar distribuciones debería probarlo una temporada a fondo.

Llevo un par de meses con Cinnamon, después de estar mucho tiempo con KDE y estoy muy contento en general, por eso escribo esta entrada. Muchas gracias a todos y os animo, de nuevo a probar Cinnamon, quizás os haga cambiar de entorno, nunca se sabe.

Nota - Yo uso la versión de Linux Mint 17.2 Rafaela, en la que está basada toda esta entrada.

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